Los fanáticos del extinto Rey del Pop, Michael Jackson, podrían recibir permiso de acceso limitado al cementerio Forest Lawn en Glendale, a finales de junio, cuando se cumpla el primer aniversario de la muerte del ídolo estadounidense, según informaciones publicadas el martes por el periódico Los Ángeles Times.
De acuerdo con un arreglo que debe concluirse esta semana, los fanáticos de Jackson podrán rendirle tributo en los terrenos del cementerio, pero no en el Gran Mausoleo, donde yacen los restos del cantante, enterrado en septiembre, dijo el sargento de la policía de Glendale Tom Lorenz.
“Estaremos colaborando estrechamente con el cementerio para garantizar la seguridad de los que deseen presentar sus respetos a Michael Jackson, a la vez que protegemos la seguridad de quienes vienen al camposanto a rendir tributo a sus seres queridos”, añadió Lorenz.
Los admiradores no podrán entrar al Gran Mausoleo, aunque persiste el debate sobre hasta dónde se les permitirá llegar, indicó.
Por ahora, el Ayuntamiento no tiene plan alguno de emitir permisos especiales para el acontecimiento, lo que significa que las calles no se cerrarán ni se permitirá a los vendedores ambulantes vender objetos alegóricos, según Los Angeles Times.
El Rey del Pop, a punto de cumplir 50 años, fue declarado muerto en el centro médico Ronald Reagan de la Universidad de California, dos horas después de que lo encontraran sin respirar en su hacienda alquilada de las Colinas de Holmby, el 25 de junio de 2009, cuando se preparaba para reparecer en una gira de conciertos en Londres.
La oficina del forense de Los Ángeles determinó que la muerte del cantante fue resultado de una “intoxicación aguda con propofol.” Los especilialistas encontraron altos niveles del propofol anestésico -- un líquido blanco que el cantante llamaba “leche” -- en su organismo.
Su médico personal, Conrad Murray, fue acusado de homicidio involuntario, delito que conlleva una pena potencial de cuatro años de prisión. (Pueblo en línea)
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